Creativo, receptivo, dotado de una sensibilidad especial para concebir sensaciones sugerentes en los espacios, eligió el difícil camino del diseño de iluminación como una vía para experimentar con la luz, un elemento inmaterial pero capaz de comunicar y emocionar. Su objetivo: conseguir mejorar nuestra experiencia visual. Hoy preside la asociación profesional de diseñadores de iluminación APDI.
Has sido una figura clave en el establecimiento de la figura del diseñador de iluminación independiente en nuestro país. ¿Qué te llevó a elegir una profesión tan poco reconocida?
En mis inicios en el 94 el diseño de iluminación arquitectural no era una profesión poco reconocida, directamente no era conocida. La elegí porque era el camino que me permitía trabajar y experimentar con la luz. Veía demasiados espacios iluminados para responder simplemente a una cuestión funcional y ello me animó a trabajar e investigar la luz de una forma más amplia y compleja. Pero hasta el 97 no tuve constancia de una profesión llamada lighting design o diseño de iluminación. A partir de ese momento tuve mi objetivo claro, era la profesión que englobaba lo que había estado buscando.
Desde 1998 diriges tu propio estudio, Artec3. ¿Qué balance harías de todos estos años dedicados a la consultaría de iluminación?
En general el balance es positivo, pero ha sido y es un camino de esfuerzo constante, aunque el empeño y la dedicación también aportan recompensas y poco a poco he ido creando mi propio espacio. A nivel personal, hasta el 2000 fueron años en solitario, dedicados al perfeccionamiento, en los que aprendí cual es el espacio profesional que ha de cubrir un diseñador de iluminación. Del 2001 al 2004 me dediqué a promover entre arquitectos y clientes los beneficios y ventajas que aporta el trabajo del diseñador de iluminación; fueron años de siembra, de introducción de la figura en España. La profesión no era conocida entre los arquitectos, a no ser que provinieran de otros países con mayor cultura lumínica. Éramos muy pocos los que nos dedicábamos a “poner luces”, como nos denominaban. En ese tiempo también me dedique a formar un equipo de trabajo que pudiera asumir proyectos de mayor envergadura. A inicios del 2004 fui admitido a nivel profesional en la asociación europea ELDA actualmente PLDA -Professional Lighting Designers Association- y en el 2005 gané una Award of Merit en los IALD awards en Estados Unidos. Desde entonces y hasta ahora he continuado junto a otros profesionales la labor de introducir la figura del diseñador de iluminación. Por suerte, he recibido más premios internacionales y nacionales, pero la crisis ha ralentizado en gran medida el desarrollo de la profesión en España. Desafortunadamente, llegó en un momento en que la profesión todavía no estaba arraigada.
Aun hoy entre los arquitectos existe un gran desconocimiento acerca de la labor que desempeñáis. ¿Qué responsabilidades asumís exactamente dentro del desarrollo del proyecto arquitectónico?
El diseñador de iluminación es el profesional independiente que tiene la responsabilidad de redactar el proyecto de iluminación, actuando como interlocutor y entendiendo los conceptos del espacio que plantea el arquitecto, aportando conceptos lumínicos para después comunicarlos a la ingeniería de forma técnica y sostenible. Es la figura encargada de defender la correcta aplicación del proyecto de iluminación en obra. La responsabilidad es amplia: es económica, es de funcionalidad, es de normativa, es de sostenibilidad energética, es tecnológica, es de diseño, es la de aportar un valor añadido, pero la más importante es la responsabilidad ante la sociedad de conseguir una adecuada percepción y calidad lumínica en nuestros espacios cotidianos.
En España los diseñadores de iluminación habéis constituido la Asociación Profesional de Diseñadores de Iluminación APDI, de la cual eres presidente. ¿Qué objetivos buscáis lograr?
La APDI busca representar a un colectivo heterogéneo en el que el lenguaje común es la luz. También busca ampliar la cultura sobre iluminación arquitectónica de la sociedad, disminuir el consumo energético entendiendo que la mejor forma de ahorro es un planteamiento de iluminación inteligente, pretende mejorar un mercado apoyando criterios de calidad y diseño, fomentar el desarrollo académico del diseñador de iluminación en las universidades, conseguir que sea una profesión reconocida por las instituciones y entender que la iluminación no sólo es un elemento cuantificable sino también un elemento moldeable que produce sensaciones y permite que estemos y nos sintamos mejor.
¿Existen actualmente estudios de iluminación que pueda certificar vuestra formación?
Actualmente existe un postgrado en la Universidad Politécnica de Cataluña en Barcelona y dos masteres en Madrid, uno impartido por el Departamento de Construcción y Tecnología Arquitectónicas de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid –ETSAM- y el otro por el Istituto Europeo di Design. El más veterano es el postgrado en diseño de iluminación arquitectónica de la ETSAM, que se encuentra en su sexta edición; el postgrado en lighting design de Barcelona celebra su segunda edición y el máster en lighting design del IED está en su primer año. Todos ellos están apoyados de forma directa o indirecta por la Asociación Profesional de Diseñadores de Iluminación APDI. Esperamos que surjan en los próximos años nuevos cursos o masteres en otras ciudades españolas. La formación en lighting design es la cantera de la profesión, es el futuro. Si con el tiempo podemos generar una inquietud y un valor añadido en el sector de la luz y una demanda de diseño de iluminación por parte de las instituciones públicas y privadas, necesitaremos profesionales cualificados para cubrirla. A si mismo, si van apareciendo profesionales preparados, la cultura lumínica en general mejorará y la profesión tendrá una base académica imprescindible para ser reconocida y tener continuidad en el tiempo.
Hablemos de tu trabajo. Los cuatro proyectos desarrollados en Plaza del Ovalo y Plaza del Torico de Teruel, Torre del Agua de Zaragoza y la fachada del edificio Barcelona Roca Gallery han sido premiados con un IALD Award, una especie de “Oscars” de la iluminación concedidos por la International Association of Lighting Designers ¿Qué han representado en tu carrera? ¿Los consideras un reconocimiento personal o son también un reconocimiento al diseño que se desarrolla en España?
Me han ayudado a abrir puertas a la hora de buscar proyectos y algo ha sumado en cuanto a dar a conocer mi trabajo y profesión, pero han aportado un mayor reconocimiento fuera de España. Sencillamente es más fácil que valoren a un profesional donde la profesión está adecuadamente establecida o entendida, y esto en España todavía no se da. Hacia el resto del mundo sí que lo considero como un reconocimiento profesional, y también un reconocimiento al diseño que se realiza en España, aunque todavía lo tenga que decir con la boca pequeña. Aquí, en muchos casos, se nos reconoce solo como luminotécnicos, que en nuestra base lo somos, y no como diseñadores de iluminación.
Referente a la iluminación de museos, acabas de iluminar la exposición temporal “Dali. Il sogno si avvicina” en el Palazo Reale de Milán, con una iluminación muy dramática ¿Las escenografías teatrales son importantes a la hora de atraer al público?
No creo que se las deba denominar escenografías teatrales, entiendo que la iluminación teatral está valorada y aceptada por todos, pero sólo se trata de trabajar la luz para expresar o generar sensaciones y acercar al visitante a un encuentro con la obra expuesta más personal y subjetivo. Puede pertenecer o ser relativo al mudo de la iluminación escénica o teatral pero también al de la iluminación arquitectural. Las exposiciones efímeras comparten con las obras de teatro una caducidad en el tiempo y un punto de vista monográfico, está situación permite arriesgar más a la hora de montar una escenografía lumínica. Si el contenido expuesto o la puesta en escena requieren de un ambiente dramático u de otro tipo para obtener una experiencia más intensa, creo que es bienvenido y necesario. Es importante que ofrezcamos al observador algo más que un rectángulo o un círculo de luz en la pared de un museo por el que van pasando diferentes obras…debemos excitar su percepción.
¿La luz en estas exposiciones es un instrumento puramente funcional o forma parte también del lenguaje del arte?
La luz es el medio por el cual percibimos el arte de una forma directa, sin ella no podríamos contemplarlo. La luz forma parte del lenguaje del arte, si entendemos que dentro del lenguaje hay diferentes componentes, ya que dependiendo de cómo la utilices puede variar el significado y la comunicación del arte en sí mismo. Plantear la iluminación de una exposición temporal de forma funcional, sería un error; estaríamos perdiendo el potencial de un elemento capaz de comunicar, emocionar y sensibilizar. En algunos casos, como en exposiciones de Olafur Eliasson, Dan Flavin, James Turell o Cruz Diez, la luz es el propio arte.
La premiada exposición Hammershoi i Dreyer también tuvo una gran resonancia por el concepto lumínico aplicado ¿En que consistió?
El planteamiento de la exposición a nivel arquitectónico era mostrar el vínculo entre el pintor Hammershoi y el cineasta Dreyer; el vínculo entre ellos era la luz. Colaborando con el estudio de arquitectura RCR Arquitectes, desarrollamos un concepto lumínico basado en mostrar las obras del pintor bajo varías tipologías de luz que ambos artistas compartían claramente. Después de ver las películas y de identificar las escenas lumínicas más significativas, planteamos un proyecto donde las obras pictóricas y la luz que las iluminaba y ambientaba eran de la misma esencia. La comunicación lograda entre el espacio, la luz y la obra expuesta era intensa y la experiencia para el visitante muy personal y subjetiva.
A nivel museístico artec3 diseñó la iluminación permanente de las salas de la ampliación del Museo Nacional Contemporánea de Arte Reina Sofia y también el Centro de Cultura Contemporánea Octubre proyectado por BOPBAA ¿A la hora de iluminar un museo que consideraciones hay que tener en cuenta?
A nivel elemental, la iluminación permanente de salas de exposición ha de responder a un planteamiento de versatilidad y adecuación. Tiene que permitir, después de un estudio de la obra artística, una óptima comunicación de la calidad pictórica y de la esencia intangible que contiene. Requiere de una iluminación ambiental que permita generar una predisposición y una preparación al visitante de la exposición, así como de una iluminación de objeto que permita resaltar la obra expuesta del espacio que la rodea. La iluminación artificial ambiental debería poder adecuar la temperatura de color de la sala, según la luz natural o según el ambiente requerido para la exposición. Otro punto importante es tener en cuenta las distancias de observación y los ángulos de enfoque que se pueden generar en la sala para una correcta ubicación del sistema de alumbrado evitando reflejos no deseados en las obras, por si estas llevan vidrios reflectantes o barnices o materiales brillantes.
¿Qué es más importante en la iluminación de museos: la protección de los objetos expuestos o el confort de los visitantes?
Las dos son importantes, hay que conseguir que convivan. No por plantear una iluminación creativa, ha de ser poco confortable y poner en riesgo la conservación de los objetos expuestos si estos son sensibles a la acción de la luz. Forma parte del trabajo del diseñador el hacerlos compatibles.
¿El confort visual es compatible con los conceptos sostenible y rentable?
Dependiendo del tipo de proyecto tendríamos que pensar en que orden aplicar los factores sin alterar el producto final; todos deben contemplarse y estudiarse desde la fase inicial del planteamiento del proyecto de iluminacion. En principio, lo primero a tener en cuenta seria lo referente a la percepción de la obra; el confort visual. A partir de este punto tendríamos que valorar si se trata de una exposición efímera o permanente. Si es un espacio efímero primaria que el proyecto sea rentable a corto plazo ( que la implementación sea económica), pero igualmente se debería resolver de la manera mas eficiente posible, dentro del presupuesto establecido. Si el espacio fuera para exposiciones permanentes primaria la eficiencia, y la rentabilidad se calcularía a medio o largo plazo según el retorno o amortización del sistema de alumbrado planteado a partir de la energía prevista o estimada a ahorrar.
¿La tecnología LED es adecuada para la iluminación museística?
Actualmente la tecnología LED está empezando a aparecer en museos. Si el LED utilizado es de calidad, tiene una buena reproducción cromática, una temperatura de color estabilizada y un correcto apantallamiento, se puede utilizar perfectamente para la iluminación de museos. Cuando Piero Castiglioni hizo la iluminación del Museo de Orsay en Paris y utilizó los halogenuros metálicos por primera vez en la iluminación de obras en museos, se encontró muchas reticencias por el sistema de alumbrado escogido. Creo que los LED, al estar en continuo desarrollo y por su alta intensidad puntual, son una fuente de iluminación que requiere de mayor atención que otras a la hora de implementarla, pero con un correcto planteamiento y aplicación es adecuada para la iluminación museística.
Actualmente estáis trabajando en el Nuevo Museo Soulages en Rodez, Francia ¿Cuál es vuestra contribución al proyecto? ¿Trabajar fuera de España significa haber alcanzado el reconocimiento internacional?
Artec se encarga del diseño de iluminación artificial y natural del museo, de establecer el ritmo lumínico ambiental entre las diferentes salas que lo componen y de la distribución e integración del sistema de alumbrado en la arquitectura. Es un museo arquitectónicamente muy interesante donde la luz natural tiene un papel importante. La iluminación y la arquitectura trabajan como elementos complementarios e indisolubles. Como antes he comentado, el reconocimiento internacional nos viene a través de los premios conseguidos. Los trabajos que realizamos fuera de España son colaboraciones con arquitectos españoles, supongo que fruto de la crisis que nos invade actualmente que obliga a buscar nuevos horizontes y no de un reconocimiento internacional. Si los estudios de arquitectura españoles nos llaman para trabajar con ellos fuera, al menos demuestra confianza y reconocimiento nacional al trabajo y esfuerzo realizado en todos estos años.