La nueva exposición de la Fundación Telefónica Color. El conocimiento de lo invisible, que se puede visitar en Madrid hasta enero de 2022, toma en esta ocasión como hilo conductor un concepto en vez de un personaje, un artista o un colectivo relevantes. Explora el color desde la ciencia y la tecnología, el arte o la psicología. Esta perspectiva transversal, propia de la cultura y el arte contemporáneos, permite establecer conexiones entre distintas áreas de conocimiento que nunca son estancas, y mostrar varios sistemas de referencia complementarios.
En 1666, Newton coloca un prisma de cristal en la trayectoria de un rayo de luz solar y observa que, al contrario de lo que se pensaba hasta ese momento, la luz blanca no es pura, sino la mezcla de todos los colores. Al incidir en el prisma de Newton, la luz se divide en todos los colores de lo que denominó el espectro visible. A partir de este experimento tan simple, cuyo origen es la fascinación por la luz y sus efectos, se nos conduce a través de un viaje en el tiempo por tecnologías y piezas relacionadas con el color: desde la fotografía hasta el cine o el cómic, para acabar en una instalación inmersiva de Onionlab en la que se pregunta al visitante sobre la percepción y la emoción del color.
Lo primero que encontramos al adentrarnos en este espacio son cinco entrevistas a científicos que investigan en universidades españolas, y desde distintas disciplinas, empleando el color como herramienta. Desde sus pantallas circulares, nos explican cómo el color les sirve para detectar una infección por malaria, fijar estándares cromáticos para desarrollar inteligencia artificial con capacidad de vigilancia o que el color rosa del frigo pie viene de la remolacha.
A modo de transición entre la aproximación científica y la cultural al color, se exponen láminas de Goethe, Johannes Itten o Francisco de Aguilón. Goethe se interesa por el color desde el arte, desde su inquietud por los efectos cromáticos como recurso artístico. Sabe que los pintores eligen la mezcla y el contraste de color de manera intuitiva y no siguiendo leyes canónicas. Esta misma intuición le lleva a elaborar un tratado de teoría del color, ilustrado con láminas explicativas (algunas de las cuales se muestran en la exposición), desde la percepción humana y desde su propia experiencia. Se atreve, incluso, a rebatir las teorías de Newton. Aunque algunas de estas conclusiones no son válidas para la ciencia, su gran aportación es el análisis exhaustivo desde una perspectiva humanista o artística: “De este modo, un hombre, nacido y formado para las denominadas ciencias exactas, no comprenderá fácilmente en la cima de toda su capacidad de juicio que también puede haber una fantasía sensorial exacta sin la que no es imaginable arte ninguna”. (Breve comentario a la obra de Ernst Stiedenroth citado en Teoría de los colores: las láminas comentadas, de Goethe).
Según se nos explica en el folleto de la exposición, son once los colores que tienen nombre en la mayoría de los idiomas del mundo. El blanco, el negro y el rojo fueron los primeros en ser definidos. A continuación, el verde, el amarillo, el azul, el marrón, el púrpura, el rosa, el naranja y el gris. Cada cultura, sin embargo, asigna significados distintos a los colores y estos significados suelen coincidir en los países occidentales y ser diferentes respecto de los países orientales. Los colores no son, por tanto, solo una realidad física, sino también un constructo cultural con significados distintos para cada comunidad. El cine, la pintura, la moda, se han valido de este simbolismo para reforzar la narrativa tras la obra. Un ejemplo de ello mostrado en la exposición es la película Vértigo, en la cual el vestuario y la iluminación relacionan a cada personaje con un color, generando una subtrama cromática que apoya la narración.
Cierran la exposición varias piezas de artistas emergentes que relacionan el color con la emoción empleando la tecnología como medio. Concluye así también el recorrido a través del concepto de color que ofrece la Fundación Telefónica y que acompaña al visitante planteándole nuevas preguntas y proponiéndole contenido para seguir reflexionando.
La exposición puede vistarse de manera gratuita hasta el 9 de enero de 2022 bajo reserva previa en la web.