El Salone del Mobile.Milano celebra sus 60 años de vida dedicados a la búsqueda de la calidad y la innovación y, ahora más que nunca, la responsabilidad medioambiental y social. Los nuevos desafíos están en desarrollar una visión del sistema de decoración que, necesariamente, sea más ética y consciente: un diseño que además de ser funcional y atractivo también sea capaz de generar condiciones y espacios de bienestar, refugio e inclusión.
Esta 60ª edición hará que sucedan cosas maravillosas en un tiempo y en un mundo voluble, impulsivo y veloz, en una sociedad que busca puntos fijos y (re)recuperación. Consciente de que tiene que ser un tiempo, un lugar y una herramienta para pensar juntos en torno a la capacidad generativa del diseño y el papel social y político del sistema de decoración en su conjunto, el Salone regresa en su formato más completo. Reafirmando la importancia aún mayor del encuentro, de la discusión, del diálogo en la vida real más que digitalmente. Con el objetivo de ser una ocasión única e imperdible, generando intercambio y circularidad y acogiendo culturas y seres humanos. Así, se (re)afirma como un evento global, el eje de un sistema virtuoso con raíces en Milán pero proyectado en todo el mundo, generando calidad, relaciones, oportunidades de negocios y caminos creativos que se reflejan positivamente en todas nuestras vidas (y hogares). 60 años no solo como escaparate de la excelencia sino, hoy especialmente, del diseño necesario y responsable con el hombre y la naturaleza en el centro. Una edición que se ha construido colectivamente en torno a líneas fundamentales de pensamiento y trabajo: las oportunidades y la responsabilidad del diseño, la inclusión y la responsabilidad ambiental, la demanda y la cultura del diseño.
Maria Porro, Presidenta del Salone del Mobile.Milano, ha declarado: “La realización de esta edición de la feria ha sido una experiencia poderosamente emocional, dada su extraordinaria dimensión simbólica: está narrando sesenta años de historia y marcando un nuevo punto de partida de nuestro sector. Teníamos muchas ganas de invertir en la presencia física y más aún en la apertura al mundo entero, permitiendo que todos los actores se sintieran bienvenidos e involucrados en un proyecto común que es bueno para las empresas, para Milán y para el país. Esto se refleja en nuestros esfuerzos por atraer a la feria a la mayor cantidad posible de expositores y visitantes extranjeros. Ha habido una excelente aceptación en Europa, el Reino Unido y Canadá, así como en Arabia Saudita, el Lejano Oriente y la India. En cuanto a China, hemos programado toda una gama de servicios y contactos digitales que la ayudarán a sentirse más cerca que nunca. Creemos en un Salone que rompe barreras, convirtiéndose en un puente cultural, acogiendo a todos sin distinción, en nombre del diseño ético y responsable. Este enfoque es la única forma en que el Salone puede producir valor, avivar un entusiasmo renovado y producir un evento que mira cada vez más hacia el futuro. También en esta edición, el Salone del Mobile sigue su vocación y su objetivo original: promover proyectos que mejoren la calidad de vida, de los espacios públicos y privados, dando sentido a la innovación que tiene que ser sostenible en estos días; ser mediador y catalizador de conocimientos y experiencias y acelerador de la transición ecológica. Todo en la feria hablará de esta misión y de esta responsabilidad”.