Este verano el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) inauguró Aire Magenta, una intervención artística de Inma Femenía que baña el interior del edificio en una atmósfera de color magenta. Los visitantes podrán sumergirse en esta experiencia sensorial de color luminoso hasta el 13 de julio de 2025.
Aire Magenta abre la posibilidad de explorar mediante un gesto sutil las infinitas posibilidades sensoriales del color luminoso, que de forma delicada y metamórfica se teje y genera múltiples posibilidades de sensación en la experiencia perceptiva de los espectadores.
Disponer la potencia del color
Inma Femenía dispone el lugar que capta la magia del reflejo y el juego de la luz en generar y hacer vibrar la capacidad del color y su potencialidad sensible para generar experiencias siempre distintas, pero que parten de ese dejarse sorprender por ese color luminoso que envuelve y acoge a los espectadores.
Así, en la cristalera de la entrada principal del IVAM, coloca un filtro degradado, que permite que la luz natural se infusione de color para teñir cada rincón del espacio y posarse sobre los cuerpos de los y las visitantes.
La elección del color magenta por parte de la artista se basa en su origen único; es el resultado de la combinación de los extremos del espectro electromagnético: el infrarrojo y el ultravioleta. Ese color, que se sitúa en el umbral de lo perceptivo, deviene el generador de la experiencia. Así, el espacio bañado en esa intensidad variable, se convierte en una estancia donde la luz despliega su potencia para ofrecernos la posibilidad de experimentar no solo el lugar sino a nosotros mismos bajo una atmósfera mutable.
Resonar en la experiencia de Aire Magenta
El ambiente que se crea a través del cambio en la intensidad y la tonalidad del color a lo largo del día en la instalación permite que las sensaciones vividas por los visitantes se trasladen al color. De esta manera, se establece una poética que surge de la relación con la luz, una experiencia que cada espectador construye de manera única e irrepetible.
Aire magenta permite que el color genere un lugar de sensibilidad y presencia lumínica que encuentra y envuelve al espectador. Pasear en esa atmósfera permite abrirse a la resonancia del color, prestar atención al entorno mediado por la luz y también observar como ese color traviesa y se entreteje con la sensibilidad de los espectadores.
Femenía dispone luz y color para tejer una poética efímera, que fluctúa y resuena en la luz, transformando el entorno y la experiencia del espectador de manera constante e inagotable.
Fotografía por: Mariela Apollonio