El Museo de Ciencias de Boston (MOS), uno de los centros científicos más grandes del mundo, reclutó a Moment Factory para colaborar en la nueva exposición permanente Arctic Adventure: Exploring with Technology. La inauguración de la exposición marca el comienzo de una nueva visión audaz para la institución cultural, desdibujando los límites entre el mundo digital y físico. Inspirada en el mundo de los videojuegos, la tecnología interactiva y la proyección de video a gran escala, Moment Factory ha creado una experiencia dinámica e inmersiva que traspasa los límites del diseño, la implementación y el funcionamiento de las exposiciones de los museos.
Arctic Adventure invita a los visitantes a experimentar el Ártico como exploradores polares. Los visitantes pueden atravesar glaciares utilizando un radar de penetración terrestre, perforar núcleos de hielo para extraer datos sobre el cambio climático y localizar la vida silvestre con tecnología satelital y de drones. Los visitantes ingresan a la exposición a través de una cueva hecha de hielo real, que se abre a una vasta vista de la tundra ártica que se despliega más allá, donde el sonido, la iluminación, las imágenes interactivas y el diseño del escenario dan vida al entorno. La dirección de arte permite que el contenido sea creativo y lúdico, pero explicativo y educativo, mientras que el contenido generativo en tiempo real crea los ritmos naturales y cambiantes de la luz del día, las estaciones y el clima.
Para cumplir su objetivo de ofrecer un entorno de aprendizaje transformador, el personal del museo desafió a Moment Factory para que les ayudara a crear un nuevo paradigma de experiencia inmersiva museográfica, interactiva e inspiradora. Arctic Adventure marca un cambio radical para los visitantes al transportarlos a un entorno diferente a cualquier otro que hayan experimentado anteriormente en un museo. Con oportunidades para interactuar con tecnología real, los visitantes de todas las edades se transforman en participantes activos que exploran lo que estas herramientas y procesos revelan sobre el cambio climático a través del aprendizaje experiencial.
Arctic Adventure cuenta con cuatro zonas distintas, cada una de las cuales fomenta oportunidades únicas para el aprendizaje intuitivo. En La frontera polar los visitantes ingresan a la exposición a través de una cueva de hielo multisensorial, frente a una pared táctil de hielo real que se complementa con ventanas digitales en los hábitats de las cuevas de hielo, como la del zorro ártico.
A la vuelta de la esquina de esta cueva, los visitantes experimentan una vista panorámica desde donde pueden observar la vida silvestre ártica y observar los cambios en el medio ambiente.
En las dos zonas siguientes, los visitantes aprenden a rastrear animales terrestres árticos a través de una vista ártica utilizando tecnología satelital y drones equipados con cámaras para interpretar el comportamiento de los animales a medida que se adaptan a un calentamiento sin precedentes. El contenido generativo en tiempo real impulsa ventiscas y tormentas que se apoderan de la vista, lo que inspira una apreciación de cómo el clima extremo puede hacer que la exploración del Ártico sea más desafiante. Una estación de escucha de hidrófonos submarinos ayuda a los visitantes a diferenciar las llamadas de las especies animales mientras las ven pasar por debajo del hielo bajo sus pies.
En The Ice Core Theater los visitantes avanzan en la experiencia y aprenden cómo extraer núcleos de hielo con equipos de perforación y cómo analizar los millones de años de historia registrados en burbujas de aire atrapadas dentro de las capas de hielo, descubriendo evidencia sobre la salud y la historia de nuestro clima.
En la Zona de Navegación Ártica los visitantes deben trabajar en equipos para atravesar con seguridad un campo de hielo virtual mientras evitan perder su equipo en sus profundas grietas. Equipados con radares de penetración terrestre y mapas satelitales, los visitantes aplican tecnologías y datos de la vida real para revelar y evadir las grietas que se esconden debajo de la superficie del glaciar.
Arctic Adventure rompe el molde de las exposiciones tradicionales de los museos al transformar el espacio de la galería en un mundo ártico creíble donde el sol sale y se pone, los patrones climáticos cambian y los animales migran y cambian sus abrigos y comportamientos de acuerdo con las estaciones. En este entorno totalmente inmersivo, los visitantes tienen la posibilidad de desempeñar un papel activo en la experiencia, donde no solo aprenden sobre las tecnologías utilizadas en el Ártico, sino que también las utilizan.
Al centrar el diseño de la exhibición en torno a la experiencia del visitante, Arctic Adventure permite que las personas descubran y aprendan a su propio ritmo. En lugar de abrumarlos con información, el equipo de diseño de la exposición interactiva desarrolló un enfoque que permite a los visitantes tomar sus propias decisiones. La información está segmentada a lo largo de la exhibición para permitir a los visitantes descubrir el conocimiento y el contenido de manera orgánica a lo largo de su viaje. Con una variedad de rutas y resultados disponibles, los visitantes pueden sentir que tienen el control de sus experiencias mientras aprenden de ellas.
Este enfoque interdisciplinario se basó en tres pilares: involucrar a los visitantes a través de técnicas de narración inmersiva, fomentar el descubrimiento utilizando un diseño de exhibición gamificado y capacitar a los visitantes con experiencia práctica en la manipulación de la tecnología. Cada uno de estos pilares trabaja en conjunto para fomentar una conexión emocional con el contenido de la exposición, al tiempo que apela a una variedad de estilos de aprendizaje y necesidades de los visitantes. Este enfoque conduce a una experiencia educativa más eficaz y memorable que las centradas en la comunicación didáctica de información científica.