A lo largo de estos dos últimos años hemos podido disfrutar de grandes espectáculos visuales que utilizan drones programados y equipados con luz para dibujar en el cielo múltiples formas y colores, exhibiciones desarrolladas para importantes inauguraciones, eventos deportivos o festivales musicales. Son complejos y sofisticados trabajos que sin duda tienen un gran valor pero que generalmente centran todos sus esfuerzos en la aplicación de la tecnología dejando a un lado la carga o contenido proyectual.
FRANCHISEFREEDOM es una instalación de arte lumínico que sobrepasa los límites de lo estrictamente formal. En este caso Studio DRIFT hace uso de esa misma tecnología pero la utiliza como herramienta para explorar la relación entre naturaleza, hombre y técnica. A través de su creación los artistas holandeses Lonneke Gordijn y Ralph Nauta abren un interesante debate acerca del concepto de libertad del ser humano.
La obra lumínica es una metáfora sobre la búsqueda de libertad y vida autónoma dentro de una sociedad repleta de reglas, leyes y convencionalismos. La sensación de aleatoriedad en nuestra toma de decisiones y la manera de comportarnos coexiste al mismo tiempo con la inevitable necesidad de pertenecer al grupo. Convivimos y nos relacionamos pacíficamente en base a normas sociales a través de comportamientos que se asemejan a pautas que podemos encontrar en la naturaleza, como es el caso del movimiento orquestado de las aves que del mismo modo que los humanos, queda sujeto a reglas e instintos de supervivencia.
A lo largo de diez años Studio DRIFT analizó los patrones de vuelo natural de los estorninos para traducirlos en un software que integraron en cada uno de los drones. La dirección de su vuelo, intensidad de luz y color fue programada en base a las interdistancias entre cada uno de ellos. El resultado es una conmovedora escultura de luz en movimiento donde paradógicamente la tecnología invita a reflexionar sobre la naturaleza humana.
Los artistas holandeses Lonneke Gordijn (1980) y Ralph Nauta (1978) fundaron el Studio DRIFT en 2007. Con un equipo multidisciplinar de 64 personas, trabajan en esculturas, instalaciones y representaciones experimentales. Su trabajo ha sido exhibido en el Victoria & Albert Museum (2009, 2015); MetMuseum (2010); Museo Stedelijk (2018); UTA ArtistSpace (2019); Museo del garaje (2019); Museo de la menta (2019); Biennale di Venezia (2015); Pace Gallery (2017) entre otros. Su trabajo se lleva a cabo en las colecciones permanentes de LACMA; Rijksmuseum; SFMOMA; Museo Stedelijk; y Victoria & Albert Museum. En 2014, DRIFT recibió el Premio Arte Laguna, Venecia.
Recomendamos encarecidamente visualizar el vídeo de la performance realizada en el festival Burning Man 2018