En el marco del festival LLUMBCN, celebrado el fin de semana del 4 al 6 de febrero en Barcelona, Antoni Arola presentó Limbo, un proyecto que invitaba a perderse entre la luz y abrir las puertas de la imaginación. Una instalación para sentir la belleza a través de la luz y el color.
Construir un ambiente sugerente
Con una delicada sencillez Arola transforma una de las salas del MUHBA en una experiencia sensorial. El espacio se divide con distintos suaves velos que generan un ambiente etéreo.
Mediante el control de la luz, el sonido y un humo que se libera en intervalos regulares de tiempo se crean escenas mutables que invitan a descubrir los efectos de la luz.
Infinitud lumínica
El propio artista define la instalación como “un laberinto transparente en constante transformación”. Los espacios que la luz genera en Limbo hacen que los límites desaparezcan creando un infinito lumínico donde el espectador se sumerge y crea su singular experiencia.
Transformar al espectador
Transitar en Limbo es un percibir la luz a través del cuerpo, un lugar donde el color reverbera emociones y sentimientos.
En Limbo las palabras que señalan un límite dejan de existir y se genera un espacio lumínico donde perderse y abrirse a lo inesperado. Sentir lo intangible y desplegar la imaginación.
De este modo, en este ambiente etéreo de luz y color el espectador comprende el concepto Limbo como un estado de duermevela, una atmósfera donde no hay inicio ni fin, un infinito de luz que envuelve y atrapa al visitante dónde este puede experimentar su propia ensoñación.