
Con la boca abierta. Así es cómo nos quedamos tras nuestra visita a la décima edición de Llum BCN, por lo que podemos confirmar, sin miedo a equivocarnos, que es ya uno de los mejores festivales del mundo. 15 instalaciones con una calidad exquisita de la mano de una dirección artística que se aleja de los fuegos artificiales y el entretenimiento anodino para apostar por joyas de iluminación que han sido gratamente aceptadas por el público. Ubicaciones especiales y espacios en desuso del creativo barrio de El Poblenou se han convertido por unos días en auténticas galerías de arte.

Este inspirador recorrido amplía su dimensión en el Parque del Centro del Poblenou gracias a las más de 16 intervenciones realizadas por estudiantes de diferentes escuelas de diseño de Barcelona. Un jardín de esculturas lumínicas a modo de laboratorio de experimentación repleto de ideas frescas ejecutadas con bajo presupuesto. Jóvenes promesas y nuevos talentos que apuntan maneras y que garantizan la permanencia y continuidad de la cultura de la luz.

Desde Lightecture os contamos la experiencia de un festival repleto de instalaciones rompedoras, destacando nuestras favoritas:
Color Conversations. Tigrelab
La gran sorpresa del festival. La instalación explora la esencia de la luz en dos espacios diferenciados del espacio de creación Nau Revolution. Según accedemos descubrimos un enorme volumen de luz que atraviesa el espacio de la planta baja. Formas geométricas convertidas en bellas esculturas de luz cromática cuidadosamente tratadas que se suman -desde una nueva perspectiva- a las investigaciones y trabajos del artista británico Anthony McCall en los años 70.

La segunda parte de la obra muestra una interacción entre la luz, sonido, color y el espacio circundante. Un lugar donde todo parece estar conectado. Pantallas de colores vivos y geometrías puras se deslizan suavemente creando nuevos espacios de relación entre obra y espectador con una banda sonora sincronizada y envolvente.

Agorithm. Onionlab
Una atmósfera de franjas y pulsos de luz en constante evolución basada en datos reales extraídos a tiempo real del espacio público de la ciudad de Barcelona. La calidad del aire, el ruido o movilidad son los inputs que se inyectan y rediseñan este viaje poético al corazón de la ciudad. Una singular puesta en escena que hace de éste, un evento único e irrepetible en el contexto de un espacio compartido -el ágora- plagado de ritmos visuales paramétricos.

Unshpaed. Quiet Ensemble
Menos es más. Fieles a su línea de trabajo, el equipo de Quiet Ensemble ha desarrolado una instalación que demuestra cómo el ingenio y el buen hacer puede superar con creces a la última tecnología. Nada más acceder al espacio MUHBA Oliva Artes quedamos atrapados e hipnotizados por una fina lámina que flota y se retuerce lentamente en el espacio entre fulgores y destellos de luz. Una pieza de gran escala que utiliza la gravedad y la fuerza del viento para ofrecer una amplia gama de paisajes armoniosos que darán paso a una atronadora y potente tormenta eléctrica.

Parpadeos. Lolo y Sosaku
Los artistas japoneses Lolo y Sosaku proponen una matriz perfectamente ordenada de superficies verticales de aluminio que giran a velocidad variable provocando reflejos de luz en todas las direcciones del espacio. Una gran escultura que brilla en el patio del Museo Can Framis cuyo ritmo de composición se rompe gracias a la gran pieza circular que gira lentamente como el gran sol de oriente al amanecer.

Horizon. Playmodes
Probablemente la instalación más potente del Festival. Una obra de diseño ad-hoc para un inmenso espacio al aire libre. Esta genial e inteligente programación de luz y sonido acompaña y redirige la mirada del espectador hacia un espacio que parece finito. El equipo de Playmodes supera los límites de la percepción espacial y plantea una ventana mágica que extiende la realidad aparente. Un horizonte infinito que brilla con fuerza abriendo una nueva ventana donde luz, sonido y espacio confluyen en un punto de fuga imaginario para llevarnos más allá de los límites de nuestra consciencia.

Coordinates V.1. Nonotak
Nonotak presenta su última instalación en el Casino L’Aliança Pobelnou. En ella, los artistas Noemi Schipfer y Takami Nakamoto exploran las posibilidades formales que las líneas verticales y horizontales de luz pueden llegar generar según las coordenadas X e Y del espacio. La superposición y repetición de las distintas capas en movimiento provoca una sensación de profundidad y tridimensionalidad que se activa y desactiva al ritmo de una impecable narración sonora.

Lunar Oscillations. Xavi Bové Studio
Un universo infinito de estrellas en el interior del espacio Utopía 126. El artista Xavi Bové nos invita a pasear y perdemos a través de un firmamento donde por una vez, seremos capaces de alcanzar la Luna. Un espacio imaginario, vivo y mágico en el que bucear por la realidad de nuestros sueños.

In Our Mind’s Eye. Ben Kreukniet
La instalación explora el límite de la percepción y los sentidos. Con una clara sinceridad constructiva, esta estructura de geometría circular a base de fuentes de luz, cámaras y amplificadores de sonido nos invita a mirar de otro modo. La instalación estudia los mecanismos que hay detrás de la visión evidenciando qué porcentaje de la realidad vemos en los ojos de nuestra mente.

Freqüences/De l´infraroig a l´ultraviolat. Eugenia Balcells
Nos sentamos frente a la fachada del Museo del Diseño para observar Frequencies. Una gran franja horizontal de líneas cromáticas de luz variable formadas por el encuentro del espectro visible con los elementos que componen la materia. Una danza de luz como metáfora de todo aquello que integra el universo.

Vinculada a la anterior, L´infraroig a l´ultraviolat es un viaje a través del espectro. La torre de las Glóries se ilumina de forma progresiva mostrando un viaje a través del espectro electromagnético visible por el ojo humano.

Array (Waves). Pablo Valbuena
El artista Pablo Valbuena nos anima a encontrar y descubrir esta delicada escultura de luz mientras paseamos por la playa de la Mar Bella. Una obra totalmente libre, sin horarios ni esperas donde puntos de luz aislados se coordinan para formar un liviano volumen sobre la arena. Un pieza para contemplar pero también para atravesar y perderse tras las sutiles oscilaciones verticales de luz que parecen susurran sonidos apenas perceptibles.

Y aquí termina nuestro viaje. El final de un magnífico recorrido por grandes obras de arte lumínico. Una edición valiente y para recordar que pone sin miedo su propio listón al límite. Estamos tranquilos. A lo largo de estos diez años, el buen criterio y una línea de trabajo clara y depurada del comisariado formado por Maria Güell, José Luís De Vicente y Oriol Pastor lo han llevado a posicionarse en lo más alto de un ranking de festivales internacionales que –afortunadamente- no para de crecer.

Enhorabuena Llum BCN, ens veiem al mes de febrer del 2022!
Fotografías: Lightecture