Rosa, Rosae, declinaciones estéticas es mucho más que una instalación lumínica. Es un proyecto innovador que fusiona el carácter mutable de la rosa con la riqueza del lenguaje imaginativo de Antoni Gaudí, todo ello mediante modelos de inteligencia artificial (IA).
Diseñado por Xavi Bové Studio y acompañado de una composición musical creada por Juan de la Rubia, esta creación situada en el corazón de la majestuosa basílica de la Sagrada Familia se puede visitar hasta el 27 de abril.
Poética generativa
La propuesta establece un viaje visual en torno a la mutabilidad de la rosa y su encuentro con ese lenguaje arquitectónico inspirado en la naturaleza de Gaudí. Rosa, Rosae nos conduce mediante iteraciones, desde esos detalles y partes de la rosa hasta una mágica floración final que se entreteje y construye en diálogo con el lenguaje gaudiniano.
Para crear Rosa rosae se procesaron mediante inteligencia artificial cientos de imágenes de rosas y fotografías de los motivos y materiales característicos de Gaudí. De esa unión y con un estilo diferenciado, Bové genera una pieza visual fluida y de transiciones elásticas que desdobla y transforma los motivos y los materiales para generar una poética que envuelve a los espectadores.
Como explica Xavi Bové «Rosa Rosae genera una atmósfera de cambio constante que explora, mediante el trabajo con esos modelos de IA, las infinitas posibilidades de cómo podrían haber sido las rosas creadas por Gaudí en la actualidad».
Atmósfera imaginativa
La proyección, ubicada detrás de la escultura de Sant Jordi de Josep Maria Subirachs, dialoga con la obra escultórica e incluye el espacio de la basílica tejiendo un lugar abierto a las posibilidades de la imaginación.
La obra visual se acompaña de una pieza musical de órgano compuesta específicamente para la ocasión por Juan de la Rubia. Sincronizada con la proyección, se consigue una inmersión total que envuelve y acoge a los espectadores, despertando emoción en ese emblemático espacio que es la nave central de la basílica.
Así pues, Rosa, rosae crea una atmósfera cautivadora que invita a la imaginación a desplegarse. Captando y transformando esa mutabilidad característica de la rosa, pero también presente en la obra de Gaudí, conduce a los espectadores por ese universo de belleza digital que nace y retorna a la naturaleza.
A continuación os dejamos con el vídeo de la instalación y el proceso creativo.