
Por Nikoletta Theodoridi
Lights in Alingsås se inicia a finales de septiembre con un workshop internacional de iluminación, y en el transcurso de una semana se convierte en el festival de luces de referencia del norte de Europa. Su meta es prioritariamente educativa, aunque también social y lúdica. Se celebra cada año en la ciudad sueca de Alingsås, a 46 kilómetros de Gotemburgo. Este año ya se podía palpar la expectación para celebrar en 2019 su 20 aniversario.
Los diseñadores de iluminación arquitectónica responsables de guiar a los participantes fuimos Darío Nuñez de México con base en Islandia, Diana Joels de Brasil, Johan Röklander de Suecia, Juliette Nielsen y Mieke van Der Velden de Holanda, Steven Rosen de Estados Unidos, y yo, Nikoletta Theodoridi originaria de Atenas con base en Barcelona. Los estudiantes del workshop de este año, 72 procedentes de 22 países, fueron mayormente estudiantes de diseño de iluminación y electricistas. Tanto el proceso dinámico del workshop como la diversidad de cada componente del equipo nos incitó a ser creativos, flexibles y reflexivos. Debíamos concebir, crear y ejecutar una instalación lumínica significativa, además de resistente al viento, la lluvia y la nieve.
Tras las imprescindibles charlas de seguridad y de temas medioambientales asistimos a una inspiradora charla del diseñador de iluminación del municipio de Malmö, Johan Moritz. A continuación, los estudiantes eligieron un grupo basándose en la presentación de cada diseñador y el recorrido de los 6 emplazamientos.
El sitio que elegí fue el Telegrafhuset, que anteriormente fue edificio del telégrafo. Actualmente sigue siendo un espacio de uso público, con salas de reuniones para la comunidad, y está ubicado en la plaza central de la ciudad. Es un lugar muy transitado, con excelente visibilidad desde varios puntos de la plaza y calles adyacentes. Este fue el factor determinante que decantó mi elección.
Diez de los estudiantes aceptaron mi reto de construir una escultura de gran escala en la fachada principal del Telegrafhuset, a la que llamamos «Panta rhei». La mayoría fueron de Suecia y de un rango amplio de edad, desde los 17 a los 44 años. El equipo lo integró Arvid Persson de Suecia, David Lundberg de Suecia, Dimitris Chalkiadakis de Grecia, Emil Andreasson de Suecia, Gabriela Díaz de Chile, Ivana Fernandez de Argentina, Marcus Johansson de Suecia, Melissa Guanilo de Perú, Rex Tigerstrand de Suecia y Vanessa Salgado de Ecuador. Nuestro programador de DMX fue Ian Fanning de Australia con base en Estocolmo, que nos brindó un gran apoyo, aportando también consejos y soluciones técnicas a la hora del montaje de las luminarias.
Durante el workshop utilizamos herramientas de dibujo para conocernos, crear, compartir ideas, expresarnos y evaluar, esquivando la timidez y las barreras lingüísticas. La temática general del festival era la energía, así que mi interpretación y el punto de partida del grupo fue la hidroquinética/energía oceánica. La hidroquinética engloba las tecnologías renovables que recolectan la energía cinética de un cuerpo de agua para producir electricidad. A través del dibujo básico y numerosas conversaciones se amplió nuestro concepto a las corrientes del océano. Rex resaltó la importancia de la Corriente del Golfo para templar el clima de Suecia y David agregó el fenómeno de la colisión de los dos mares Skagerrak y Kattegat, entre Suecia y Dinamarca. Nos dimos cuenta que todos crecimos en países costeros y que por ello nuestra relación con el mar es tan personal y emotiva.
La primera noche, el equipo nos congregamos in situ para asimilar el tamaño de la tragedia. Nuestro lienzo media más de 26.0 m de longitud y 3.5m de altura.
Al día siguiente nos pusimos a investigar como materializar el océano. Nuestra intención era crear texturas complejas y formas orgánicas que se movieran por el viento. Nos acercamos a la parte del HQ (taller, oficinas y almacén del Lights in Alingsås) donde hay retales de materiales de años pasados para encontrar objetos metálicos ligeros que nos permitieran experimentar: mallas de aluminio moldeables, mallas para gallinero, cortinas metálicas… en fin, todo aquello que brillaba.
Ivana, con su experiencia escenográfica, propuso hacer una maqueta a escala para trabajar la forma general de la escultura. Vanessa se unió a ella, ya que le intriga la interacción de la escultura con el edificio, e imaginaba la «Corriente» entrando al interior del edificio y saliendo a través de las ventanas. El resto del equipo bajamos al sótano oscuro del HQ y empezamos a montar prototipos (mock-ups). Con la ayuda de Bilal (técnico de HQ) encendimos unas luminarias y probamos varios efectos y capas de luz. Pronto obtuvimos algunos resultados satisfactorios.
Dimitris nos incitó a agregar texturas también en la planta baja, ya que hasta el momento estábamos centrados en la primera planta, donde nos permitían fijar materiales. Concluimos que reflejos y patrones de refracción serían lo que reforzaría nuestra composición. Así que tras probar el uso de gobos y descartarlos, optamos por lograrlos de una manera natural. Como el reciclaje era nuestro lema (en concreto el upcycling), encontramos en el HQ unos cristales de ediciones anteriores. Los agregamos como un accesorio óptico frente a una luminaria potente de haz estrecho y dimos en el clavo. Probando la distribución, las distancia y la posición, conseguimos el resultado eficaz. Una vez más, Bilal nos ayudo ensamblar nuestro artefacto a escala real.
Cenamos a las 19:00h para recuperar energías y seguimos con la primera prueba de luz in situ. El paisaje sonoro del compositor Sebastian Studnitzky, de olas combinadas con agua goteando en cuevas subterráneas, dotaban el espacio del misterio y la sensación de profundidad que deseábamos.
Ya en el tercer día, David y Vanessa montan un prototipo más grande en el HQ. Ivana y Melissa terminan la maqueta, aplicando los efectos lumínicos probados en los prototipos. Ian y Rex se aseguran que todas las luminarias, equipos y controladores funcionan, e Ian hace la pre-programación de las luminarias por DMX. Dimitris y yo nos ponemos a escribir el texto para la prensa y para la placa informativa del lugar.
Después de la comida llevamos los 350m2 de nuestras mallas al espacio y empezamos el montaje. La noche se encuentra con parte del grupo terminando la presentación del concepto para el día siguiente. El resto está en obra apoyando a Marcus para fijar la malla, según el diseño de la maqueta, a las guías que Alingsås Energi había montado anteriormente al edificio.
Cuarto día: Rex y David presentan el concepto al cliente. Ivana y Arvid demuestran la maqueta y el efecto de los cristales en el escenario. El concepto se aprueba, y tras recuperar fuerzas en la comida, seguimos con la ejecución. El peso cae mayormente en Marcus y Arvid, nuestros estudiantes electricistas de 18 años, los únicos del grupo que tienen permiso para subir a la grúa para montar la malla. Gabriela e Ivana les dirigen desde abajo, siguiendo las formas de la «Corriente» plasmada en la maqueta.
El último día de montaje, Marcus, Arvid y Emil complementan la instalación eléctrica. David y Rex les apoyan con los detalles finales de integración correcta de las luminarias y del cableado al edificio. Intervenimos el alumbrado público adyacente aplicando filtros de color y material flexible antideslumbrante. Dimitris se centra en el enfoque de las luminarias guiando los técnicos de las grúas hidráulicas de gran tamaño de Alingsas Energi. Ellos aplican a la vez los filtros elegidos (lavanda y azul oscuro) y las viseras antideslumbrantes hechas a medida para nuestras luminarias de Rex y David. Probamos con Ian los escenarios de cambios sutiles de color en un bucle lento y nos dispersamos a lo ancho de la plaza para ver el efecto desde varias perspectivas. A las 23:00 de la noche ya nos damos por satisfechos, un par de horas antes de lo que hubiéramos jurado el primer día.
A la mañana siguiente, entregamos nuestro emplazamiento, poco antes de la inauguración y de la fiesta. Melissa con la ayuda de Dimitris prepara la documentación técnica para el mantenimiento de la instalación. En ella se reflejan las luminarias, los filtros y el enfoque detallado de cada luminaria. Rex y Vanessa hacen la presentación final al cliente y a los guías que acompañaran a los visitantes del festival, mostrando el recorrido establecido.
El último día nos juntamos en el HQ para ordenar el caos y limpiar. Por la tarde entregamos los certificados de participación y nos despedimos. Afortunadamente este año el tiempo nos acompañó, teniendo pocas horas de lluvia, y siento que llegamos a buen puerto por estar muy compenetrados y ser muy eficientes, con alguna que otra tensión como es de esperar.
Quiero dar las gracias a todos los involucrados al Lights in Alingsås por su apoyo y por cuidarnos. Gracias en concreto a Birgitta Eriksson Löfgren (la responsable de los guías del Lights in Alingsås) por seguir todo el proceso creativo y por transmitir, con su equipo, nuestras narrativas a los visitantes.
Y gracias especialmente a mi GRAN equipo por todo el trabajo duro, la confianza, el apoyo, las buenas vibraciones y las risas.
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