El fenómeno de la luz y su estrecha relación con el tiempo es el hilo conductor del trabajo y trayectoria de la artista visual Roseline de Thélin. Luz entendida como energía que viaja a través del universo portando información desde otros mundos posibles. Un misterio que la artista francesa no pretende resolver pero sí cuestionar: ¿Puede la luz llevar consciencia procedente de otras galaxias?
El trabajo Homos Luminosos -en latín seres humanos luminosos- son esculturas de luz que viven en una dimensión atemporal o realidad paralela. Una reflexión sobre el presente y futuro de la humanidad en una era donde las nuevas tecnologías y el flujo de datos forman parte de nuestro día a día.
Sutiles, etéreas y esclarecedoras, sus esculturas brillan como el fino velo que separa el mundo físico del mundo espiritual. Siluetas traslúcidas que se muestran como espíritus de luz ante los visitantes. Una experiencia de trascendencia divina a la que acceder a través de las puertas de la percepción.
Puntos de luz tallados en una masa de fibra óptica –utilizada principalmente para la transmisión de datos- que esculpen figuras y lugares donde poder ampliar nuestros límites más allá de nuestra forma humana, para narrar nuestra historia y relación con el mundo.
Arte lumínico concebido como espejo de nuestra cultura y nuestra conciencia. Un interesante trabajo con la capacidad de inspirar a todo aquel que esté dispuesto a encontrar nuevos caminos y convertirse en creadores únicos de sus propias vidas.
Roseline de Thélin es una artista visual multidisciplinar, entrenadora de creatividad, profesora de artes expresivas y terapeuta de arte a través de la investigación artística y la innovación. Trabaja con la ilusión y la percepción combinando medios digitales y analógicos. Actualmente reside Ibiza y su obra recorre galerías y museos a nivel internacional.
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