El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades ha concedido a LZF el Premio Nacional de Diseño 2020 en la modalidad “Empresas”. Un galardón que distingue a empresas que, como la marca fabricante de luminarias artesanales a partir de la madera, incorporan el diseño a su estrategia empresarial y contribuyen así a la mejora de la sociedad y de la calidad de vida de las personas.
Según explica el Ministerio en su comunicado, el jurado ha valorado en LZF, “la estrategia empresarial centrada en el diseño, la creatividad y la sostenibilidad medioambiental, con una gran carga emocional y conceptual que se traduce en una alta calidad percibida y funcional de sus productos”. Estas palabras del jurado reconocen y refuerzan una trayectoria que se ha distinguido por su fuerte compromiso con la cultura del diseño, su espíritu creativo y su cuidado proceso artesanal. En palabras de Mariví Calvo y Sandro Tothil, fundadores de LZF, “es una enorme satisfacción recibir la feliz noticia de que se reconoce nuestro trabajo con el premio de diseño más deseado en nuestro país. Hoy sentimos que diseño y artesanía van de la mano y eso es algo muy grande”.
LZF tiene una misión y una visión clara y determinante como empresa, ambas centradas en el cometido y el compromiso personal de Sandro y Mariví, de investigar y divulgar el enlace de la artesanía con el arte, las nuevas tecnologías y la producción industrial avanzada. Nuevas vías de concebir el diseño que provienen, en su caso particular y singular, de su sensibilidad por el arte y la música, y entroncan con la transversalidad del pensamiento creativo actual. Un tándem empresarial, consciente del valor del artesano, de su peso contemporáneo en la visión del diseño.
La idea de empresa se origina en una exposición espontánea que tuvo lugar en el teatro Trappezi de València, donde los protagonistas fueron más de doscientos artefactos-lámparas creadas por artistas y diseñadores gráficos españoles de vanguardia. En la primera fase la compañía se llamó Luzifer, hacer luz, atraparla y domesticarla, con un ojo poético, por un lado, y funcional por otro, con una nueva narrativa de la iluminación.
Cuando la luz acaricia la madera
LZF ha utilizado desde sus inicios la chapa de madera, su materia prima, como una herramienta para expresar sus valores. A través de ella, demuestran su compromiso con la ecología, la sostenibilidad y la innovación. Como sus fundadores apuntan, utilizan la madera “porque es un elemento ancestral, que tiene que ver con la Naturaleza y con el fuego”. De esta manera, LZF es, además, una empresa pionera en España de la interacción con los conceptos de sostenibilidad y diseño ecológico en todo el ciclo productivo. El cuidado y preservación del medio ambiente, es una forma de dar salida a una nueva metodología de diseño circular con una fuerte raíz de ayuda y apoyo social, sin perder la belleza intrínseca y funcional de cada diseño.
Y es a través de la luz, parte integral de nuestras vidas, cuando la madera conecta íntimamente con nuestras emociones y sentimientos. Su particular visión creativa de la luz acariciando la madera da vida a luminarias de alta calidad, piezas únicas fabricadas a mano por un equipo
de artesanos expertos en el trabajo con chapa de madera. Y siempre siguiendo un proceso enteramente artesanal que le valió en 2011 el Premio Nacional de Artesanía.
De esta forma, LZF se ha posicionado de un modo propio en la intersección entre el diseño y la tradición, haciendo posible que su compromiso con la artesanía sea compatible con la innovación, la actualidad de los mercados y el ritmo global del sector a nivel internacional. Una esencia única que también ha sido reconocida en su tierra, con el Premio Honorífico de ADCV 2019 (Asociación de Diseñadores de la Comunitat Valenciana) en la categoría de “Innovación”.
25 años de pasión por la luz y el diseño
El premio no podía llegar en mejor momento. Tras 25 años de trayectoria y más de 35 premios nacionales e internacionales del sector del diseño, LZF conserva el espíritu con el que nació en 1994. Desde su modesto comienzo, aquel pequeño taller ha ido creciendo y en 2008 se muda a una antigua bodega rehabilitada, en Chiva (València), donde trabajan con un nutrido equipo de creativos. En el año 2001, la empresa comienza a investigar con nuevos tratamientos para la madera y patentan un sistema llamado “Timberlite” que protege y hace manejable la frágil chapa de madera.
La investigación llevada a cabo por LZF sobre la capacidad de la luz para generar y construir ambientes, así como su apuesta por la innovación y el diseño, abrió los mercados internacionales a las lámparas que en sus inicios se habían concebido por y para el hábitat doméstico. LZF entró en el ámbito del contract y en instalaciones especiales de gran formato, convirtiéndose en un proyecto sólido y sostenible, con productos reconocidos y muy valorados internacionalmente. Hoy, el trabajo de Mariví y Sandro, se articula con un grupo avanzado de diseñadores reconocidos que dan forma a cada luminaria con un trabajo creativo colaborativo, sin olvidar a las jóvenes promesas del panorama nacional e internacional. En este sentido, LZF actúa como catalizador para el desarrollo de nuevas generaciones de diseñadores, creando oportunidades para aquellos que están empezando y apostando de forma constante por las buenas ideas.
Sus lámparas se encuentran en lugares tan emblemáticos como en el Mercado Little Spain, los restaurantes Mi Casa, Jaleo y Fish, del chef José Andrés y realizados por Juli Capella en Nueva York, Puerto Rico, Washington, Disney Springs Orlando, Maryland y Bahamas. Pueden verse también en las sedes californianas de Youtube, Microsoft o Amazon, en el cuartel general de defensa de Holanda, en las oficinas de Coca-Cola en Atlanta y Madrid, o en la Biblioteca Los Gatos de la Universidad de Nevada, entre otros conocidos lugares. Además, desde 2015, hospitales especialistas en la cura del cáncer como el Baptist Cancer Center de Miami, el MD Anderson Cancer Centre de Texas y Houston, el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, utilizan sus luminarias para conseguir ambientes naturales, bellos y relajados que beneficien al paciente.
La evolución y expansión de la empresa constituye, además, un relato comunicativo que expande esta nueva forma de concebir la iluminación y las luminarias. Un diseño de la comunicación que eleva la marca y la sitúa en un plano narrativo empático hacia los diferentes públicos a los que se dirige. Y es que LZF no solo hace lámparas, construye realidades posibles donde las personas y los espacios se funden, creando su propia atmósfera.