La convención anual de la PLDC, en sus variantes de Europa, Asia y América, es una plataforma en la que se dan cita diseñadores de iluminación, arquitectos, investigadores, educadores, estudiantes y fabricantes para tratar temas relacionados con el mundo de la iluminación. Allí se reúnen, conocen los últimos desarrollos y discuten el futuro de la profesión.
La PLDC de este año 2019 se ha desarrollado en el centro de convenciones AHOY de Rotterdam, los días 24, 25 y 26 de octubre. Ha sido un evento lleno de sorpresas y emociones. No podía ser menos teniendo en cuenta que la PLDC es la mayor concentración de lighting designers por metro cuadrado y, por qué no decirlo, los diseñadores de iluminación suelen ser bastante emocionales.
En esta ocasión se han celebrado un total de 80 conferencias, muchas de ellas muy inspiradoras. Destaco algunas a las que asistí, pidiendo perdón a las restantes que no nombraré. Todas ellas se pueden encontrar desarrolladas en la página web de la PLDC 2019.
Las conferencias se dividían en cuatro bloques: Aplicaciones lumínicas y casos de estudio, cuestiones relacionadas con la práctica profesional, filosofía y debate y oficina y retail.
Tras el key note, Brett Andersen con su presentación “Guardian of the visual image – the Lighting designer true role” propuso a los lighting designers que asumieran la responsabilidad de preservar la imagen de los proyectos, pues afirma que son los únicos que entienden realmente cómo se verá la propuesta antes de estar construida. Cada superficie, cada material, cada acabado se relaciona de forma diferente con la luz y muchas veces la arquitectura no tiene en cuenta que la percepción del espacio es muy distinta según la luz existente, ya sea la propia del proyecto, o la ajena a él. Es por esto que Brett Andersen anima a los lighting a tomar las riendas de la situación y advertir a diseñadores, arquitectos, e incluso a clientes, cuando el camino del proyecto se separe tanto del concepto inicial como de los objetivos generales.
Es muy importante destacar el proyecto Women in lighting que presentó Sharon Stammers, cocreadora de Light Collective con Martin Lupton. Women in lighting es una plataforma digital que muestra a mujeres que trabajan en el campo del diseño de iluminación narrando su trayectoria profesional, objetivos, promoviendo su pasión, celebrando su trabajo y en definitiva dotándoles de un espacio y una visibilidad que les han sido negados durante demasiado tiempo.
Women in Lighting no trata sobre la desigualdad de género sino de la inclusión y de cómo es beneficiosa para la profesión en su conjunto. En su discurso, Sharon invitó a mujeres y hombres a crear comunidad juntos, por el bien de todos.
El proyecto cuenta con una embajadora en cada país, siendo más de 50 mujeres las que se han comprometido a ser punto de contacto y representantes en cada ubicación. En España tenemos la suerte de tener a Esther Torelló como embajadora, un ejemplo de que los proyectos con perseverancia y pasión salen adelante.
Muchas fueron las mujeres y hombres que se acercaron al stand de Women in Lighting a dejar constancia de sus inspiraciones y su apoyo a la iniciativa.
Tanto caló el proyecto en la comunidad de lightings que se produjeron varias acciones de guerrilla en el transcurso del evento. Especialmente divertida fue la ejecutada en la fiesta de Fagerhult de la mano de Jordi Ballesta de Anoche, en la que se modificaron los iconos de los baños como denuncia de la vertiente sexista que tienen ciertos símbolos reconocidos a nivel mundial. Puede que parezca algo pequeño, pero son precisamente estos detalles que pasan desapercibidos los que más enraizados están en la sociedad, y una de las luchas más importantes en nuestro día a día. Sin mencionar lo maravilloso que resulta que sea un hombre el coautor de esta acción en particular.
Deniz Uyaniker expuso la evolución del concepto de compra derivada de la digitalización en nuestra sociedad. Desarrolló cómo el neuromarketing puede lograr que los clientes interactúen con las tiendas a diferentes niveles y llamó la atención sobre la necesidad de una redefinición de los criterios de iluminación en el mundo del retail. Deniz Uyaniker puso también de manifiesto la importancia del storytelling en los espacios comerciales, respaldando este concepto con una frase del mismísimo Tyrion Lannister.
El punto álgido del jueves fue sin duda la presentación de Janet Echelman, quien enamoró al público con la historia de su carrera y su proceso creativo a la hora de enfrentarse a un proyecto. Para los pocos que no la conozcan, Janet es difícil de clasificar, pues su trabajo surfea la escultura, la arquitectura, el diseño urbano, la ingeniería estructural y aeronáutica y la informática. En su transformación de los espacios, modifica también la relación de las personas con el entorno y como buena americana, domina el storytelling a la perfección.
Entonces llegó un momento un tanto incómodo dentro de la convención. Un sentimiento de encerrona se apoderó de parte del público al verse inmerso en un plenario en el que supuestamente se iba a votar el futuro de la profesión y la búsqueda del reconocimiento. Según comunicó la PLDC, se ofrecía a la comunidad la oportunidad de expresar sus puntos de vista e ideas sobre el estado del diseño de iluminación en el mundo y debatir qué estructuras y esfuerzos de colaboración son necesarios para definir los conocimientos, habilidades y creatividad requeridas para reconocer a profesionales cualificados en el campo.
Varios diseñadores de gran prestigio internacional respaldaron la propuesta en la web y algunos de ellos salieron a defenderla al escenario, pero lo cierto es que algo tan necesario como la alianza entre los profesionales del sector, se convirtió en una propuesta digna de Black Mirror que clasificaba a los diseñadores en un ranking que se alimentaba de los cursos a los que se asistía, los libros que se leía, los workshops que realizaba y varias propuestas similares.
La votación salió positiva, aunque no se puede afirmar que haya votado toda la comunidad de iluminadores. Teniendo en cuenta las intervenciones posteriores, sí existe unanimidad en que la alianza es necesaria, pero se difiere en la forma de conseguirlo. Una propuesta como ésta tiene el peligro de crear competitividad entre los participantes y difícilmente estaría basada en un conocimiento y aptitudes reales; pero lo que está claro es que podemos seguir buscando entre todas y todos, la mejor forma de encaminar nuestras aspiraciones.
Un tema muy recurrente durante la convención, fue el futuro rol del lighting designer. Está sobre la mesa la pregunta de quién se va a responsabilizar en los proyectos de la tecnología aplicada a dispositivos digitales que nos abre un mundo de interconectividad, comunicación, IOT e infinidad de superficies luminosas que tanto daño pueden hacer si no están controlados por profesionales que tengan como objetivo el bienestar de las personas. Muchos ponentes, entre ellos Martin e Ingmar Klaasen, animan a los lighting designers a responsabilizarse de las nuevas posibilidades tecnológicas, con el objetivo de preservar la imagen de los proyectos y la calidad de vida de las personas tanto en espacios públicos como privados.
Apoyando este argumento, Thorsten Bauer nos habló de la dimensión social de la iluminación, advirtiéndonos del peligro de las pantallas en los espacios públicos pues, en sus propias palabras, “el mundo de las pantallas no puede existir junto al nuestro, ya que lo reemplaza automáticamente. O los lighting designers nos hacemos responsables de dar forma a nuestras ciudades, o lo harán las empresas y su publicidad”.
Desde un punto radicalmente opuesto, Daan Roosegaarde tiene otras preocupaciones. Afirma que el cambio climático responde a un diseño inconsciente pero que estamos a tiempo de revertirlo y presenta el concepto de “future-proof”, que define al diseño o diseñador con conciencia climática y apto para el futuro. En la misma línea habla de una “protopía”, en la que idearíamos prototipos con el objetivo de mejorar el mundo.
Una jovencísima Mahdis Aliasgari de LDC, comparte con seguridad, profesionalidad y muchos toques de humor, el workshop de coocreación que desarrolla en Lighting Design Collective. Su proceso de diseño que integra no sólo al equipo técnico sino también a clientes y otros componentes del proyecto, proporciona un mejor entendimiento del proceso creativo y por lo tanto un compromiso más profundo y duradero con el concepto.
Uno de los casos más interesantes que se presentaron fue el del estudio de Kevan Shaw Lighting design sobre la cámara de debate del parlamento escocés. Ésta funciona a la vez como espacio de trabajo y como plató de televisión y es por ello que la iluminación responde simultáneamente a múltiples necesidades.
El proyecto combina luminarias de emisión homogénea inspiradas en estructura de hojas especialmente diseñadas para la cámara, con proyectores que proporcionan un relleno de luz frontal y una iluminación trasera a modo de contraluz. Incluye también la gestión de la luz del día para evitar la entrada de la luz solar desde la fachada oeste del edificio. El esquema tiene una vida útil de diseño de 25 años y comparativamente ahora un 60% de la energía del diseño anterior. Kevan Shaw terminó su presentación animando a los diseñadores a ser entusiastas y transmitir así la pasión por sus proyectos.
Aparte de las conferencias, no podemos olvidar la exposición de producto ofrecida por los fabricantes espónsores del evento y los 5 espacios de experiencias.
El congreso se cerró con la Gala Dinner del sábado. Un evento financiado por los fabricantes del congreso que sorprendió a los asistentes con un espectáculo de luces y sonido diseñado por Koert Vermeulen y su equipo de ACTLD. El show se repitió varias veces por petición popular. Una estructura de más de 20 metros de diámetro a modo de chandelier reinaba en el centro de la sala mientras las tiras de LED que la componían bailaban al ritmo de la música.
Durante la gala se entregaron 8 premios, más el premio final de “The Challenge” que fue otorgado a Jessica Collier por su trabajo de investigación sobre la percepción métrica. Jessica Collier examina la relación entre las métricas de rendimiento de la fuente de luz LED y la posterior percepción humana de las fuentes en el espacio.
Después de cuatro días de conferencias, workshops, mesas redondas, novedades de producto, reuniones y fiestas, muchas opiniones convergen en un denominador común: que la comunidad de estudiantes, profesores y profesionales relacionados con el mundo de la iluminación brilla no sólo por su profesionalidad, sino por su calidad humana. Esta clase de eventos, tal como declara el lema de la PLDC 2019 “Merging masterminds”, nos permiten aprender unos de otros y avanzar juntos, diseñando un futuro común de la mejor manera posible.
Agradecemos a los patrocinadores las fiestas programadas, como la organizada por Fagerhult Group en la que además de una buenísima cena, no faltaron músicos con instrumentos en llamas, una bailarina con un traje luminosos y un soplador de vidrio que nos dejo con un excelente sabor de boca.
En definitiva, ha sido un congreso muy inspirador para las personas relacionadas con el mundo de la iluminación, que claramente tienen más poder en sus manos y quizá más responsabilidad sobre sus hombros de la que podrían haber imaginado.
Seguiremos la discusión en Estocolmo, durante la PLDC 2020.