La estresante vida urbana despierta en los ciudadanos el deseo de salir de sus viviendas para sentir y vivir el exterior, un contacto que tiene un impacto directo sobre su bienestar. Conscientes de este factor, los actuales centros comerciales promueven los espacios al aire libre para atraer a miles de personas que buscan una experiencia de compra relacionada con el ocio y el tiempo libre.
Este es el caso del Centro Comercial Thader, un referente en la ciudad española de Murcia, que ha reformado recientemente sus instalaciones en una firme apuesta por la modernidad, elevando al máximo su principal rasgo distintivo: la sensación de libertad y apertura.
VIVIR EL EXCEPCIONAL MICROCLIMA DE MURCIA
Ubicado en un emplazamiento que goza de excelentes conexiones, Thader fue construido en el año 2006, siendo galardonado en el 2008 como el Mejor Centro Comercial Grande de España. Su configuración original ya respondía al buen clima de la zona, con dos grandes plazas exteriores como centro de la actividad comercial. Sin embargo, las galerías de circulación longitudinales y las plazas semi cubiertas no bastaban para sacar el máximo provecho a la oferta de ocio familiar. La reciente intervención de Broadway Malyan ha logrado una renovación estética acorde con las nuevas tendencias y una mejora importante de los flujos de comunicación entre las distintas plazas, para reforzar los atractivos espacios abiertos del centro comercial, que son su signo distintivo.
Culminada en verano del 2020, la reforma se ha centrado en la creación de terrazas voladas o balcones que permiten aumentar la superficie de los restaurantes de la primera planta, a la vez que potencia la vivencia de las plazas y jardines centrales. Un nuevo balcón en el acceso y una terraza chill out con impresionantes vistas, han sido también parte clave de los nuevos espacios desarrollados.
ESCENARIOS Y RECORRIDOS EMOCIONALES
La ambiciosa intervención arquitectónica liderada por Carmen Bango requería de un proyecto de iluminación que permitiera percibir los accesos y las terrazas como espacios singulares y únicos al caer la noche. El proyecto de reforma de iluminación fue desarrollado por la diseñadora de iluminación Daniela Viloria de la empresa Broadway Malyan, quien nos comenta que «todo empezó analizando la iluminación existente del proyecto original, consistente en antiguos downlights y proyectores de halogenuro metálico de hasta 150W con ópticas muy spot, que creaba una atmósfera con altos contrastes pero que, 14 años después, no eran compatibles con las normativas vigentes de uniformidad».
Desde el principio, Daniela Viloria tuvo claro que «la propuesta de iluminación debía limpiar el centro de este exceso de elementos visuales. Su sustitución por sistemas más discretos y eficientes fue el punto de partida, antes de decidir los nuevos acentos». Para lograrlo, Daniela contó con diversos fabricantes de primera gama como son Linea Light, Bega, Lluria, Targetti, iGuzzini, Ligman y Leds C4 que garantizaron la mejor solución para cada reto planteado.
ENTORNO ÚNICO
Para mejorar el acceso al centro se erigió un balcón blanco que parece suspendido en el espacio y que da la bienvenida a los visitantes con una virtual alfombra de luz integrada en el falso techo de madera de la planta baja. En la primera planta cuenta con acentos arquitectónicos en pilares y mágicos elementos de luz integrados en la jardinera.
La mayor parte de las zonas techadas existentes fueron tratadas con lamas de madera en la que se integró un discreto downlight con óptica extensiva para garantizar la uniformidad. En los techos de pladur, se sustituyeron los antiguos downlight de fluorescencia por nuevos downlights LED sin marco y con gran control del deslumbramiento. «Estos nuevos elementos logran pasar desapercibidos durante el día, aportan gran limpieza visual, pero despliega, todo su potencial y calidad lumínica por la noche».
La Plaza de la Noria, el centro neurálgico del centro, está ocupada por densos jardines y semicubierta por 3 grandes pérgolas que solían soportar la mayoría de los proyectores antiguos. En ellas se creó una composición de líneas LED, adaptadas a los módulos estructurales, que elevan la vista y aportan una suave iluminación general que apoya al sistema de farolas preexistentes, las cuales se decidió conservar y solo sustituir las cabezas por elementos más modernos. Otros detalles arquitectónicos, como la integración de acentos lineales a un solo lado del característico puente que atraviesa el exótico jardín, dieron renovada vida al espacio.
Al otro lado del centro, la nueva terraza mirador fue concebida como un espacio chillout y multifuncional. «Aquí, la iluminación es discreta, suave y uniforme para dejar espacio y protagonismo a las imponentes lámparas de pies que acompañan los estanciales» comenta Daniel Viloria.
La protección solar de este espacio consiste en una sofisticada fachada de textiles tensados que permiten disfrutar de la vista hacia la montaña mientras que desde afuera constituye la nueva carta de presentación del centro. Un rico juego de geometrías, luces y sombras que reposicionan el edificio en el paisaje urbano.
Cliente: Silicius Socimi
Arquitectura: Broadway Malyan
Diseño de iluminación: Daniela Viloria de Broadway Malyan
Fotografía: Martín García
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