Por Ricardo Morcillo
Con una localización privilegiada, el Resort Cordial Santa Águeda de Las Palmas de Gran Canaria se convierte en el refugio ideal para descansar, escuchar y disfrutar del mar en un entorno idílico. 47 lujosas viviendas vacacionales en tres tipologías distintas donde la vegetación, decoración y combinación de sus colores armonizan a la perfección con una luz que busca potenciar la experiencia de sus huéspedes.
El proyecto de iluminación diseñado por Rafael Gavira y Emilio Pellejero convive y da respuesta a las necesidades e intenciones de la propuesta arquitectónica: redibuja sus líneas, se apoya en muros y forjados y llena de intención los vacíos del edificio. Un magnífico resultado como consecuencia de la estrecha colaboración y buen entendimiento entre diseñadores y arquitectos.
Las luminarias empotrables de Wever&Ducre dibujan alfombras de luz a lo largo de nuestro recorrido. Un camino interrumpido por balizas verticales de geometrías depuradas que identifican y muestran la ubicación de nuestra estancia.
Las viviendas cuentan con una iluminación puntual de superficie que aparece y se manifiesta justo donde se necesita. La elección de los acabados de las luminarias en color blanco contribuye a destacar el diseño interior.
Pensado exclusivamente como lugar de descanso, el dormitorio se ilumina y resuelve de forma cálida a partir de tres gestos proyectuales: iluminación ambiental indirecta, iluminación de apoyo suspendida en cada una de las mesillas de noche y luz puntual para la lectura individual -luminarias Button y Canut de Estiluz respectivamente-.
Una luz lineal e indirecta –Buio Light– nos indica el camino hasta el jardín exterior de la vivienda. Espacios amables de frondosa vegetación cuya luz refuerza la sensación de privacidad e intimidad.
La recepción, cafetería y restaurante comparten un mismo contexto espacial siendo la luz cálida el nexo de unión que aporta continuidad al entorno arquitectónico.
De forma lineal, las luminarias de Modular Lighting Instruments se ordenan e integran entre las lamas de madera del techo continuo que recorre el espacio. Una propuesta que además de aportar flexibilidad y nuevas posibilidades de diseño, limita y señala los recorridos del espacio.
De manera intermitente y utilizando un mismo diseño formal, las luminarias se suspenden para concentrar la luz en cada una de las mesas de la cafetería y restaurante. Su acabado en negro y reducido tamaño las hace prácticamente imperceptibles, otorgando el protagonismo a la iluminación funcional sobre el plano útil.
La iluminación exterior de este espacio común acentúa y marca el ritmo que dibujan los pilares de hormigón visto. Además de la elegante iluminación de la terraza, descubrimos pequeños destellos de luz que asoman en el pavimento como luciérnagas de un paisaje nocturno.
Con el objetivo de disfrutar del mar y atardecer de su horizonte, la piscina se sitúa en lo más alto del complejo. La luz lineal de los peldaños señala el acceso hasta la plataforma de madera de IPE. Sin embargo será la iluminación cálida e indirecta embebida en los contornos de hormigón la encargada de garantizar un baño relajante y placentero.
- Diseño de iluminación: Rafael Gavira y Emilio Pellejero
- Arquitectura: alonso + sosa architects
- Interiorismo: Marta Tabar
- Fotografía: Álvaro Valdecantos
- Fabricantes: Wever&Ducre, Modular Lighting Instruments, Estiluz, Buio Light, iGuzzini, Targetti, Davide Groppi y Bega