Hace dos años, el estudio barcelonés Lagranja Design emprendió un ambicioso proyecto en Estambul: convertir la primera fábrica de cerveza de Turquía en una moderna cervecería inspirada en el lenguaje gráfico de la propaganda. El resultado fue “The Populist”, en la zona de Bomonti, aclamado por “Time Out” como el mejor lugar para quedar en Estambul.
Ahora, el segundo “The Populist” se encuentra en Bebek, un barrio señorial del Bósforo. Para el primer Populist, el estudio apuntó a una estética industrial con tanques de cerveza a la vista. Para el Populist Bebek, y con el fin de adaptarse a las características del vecindario, el estudio ha creado una apariencia más onírica y refinada. Para el diseño de iluminación Lagranja Design ha contado con la colaboración del estudio reMM dirigido por la lighting designer Michela Mezzavilla.
La Beer Dream Machine
Para el primer Populist el estudio apuntó a una estética industrial con los tanques de cerveza a la vista. Mientras que al proyecto de The Populist Bebek se le ha sumado una apariencia más refinada y onírica, más acorde con el vecindario donde se ubica.
Muestra de ello es la creación por parte del estudio de la Beer Dream Machine: una pieza escultórica modular que sirve como iluminación suspendida del techo, que simula fabricar cerveza y divierte al espectador con sus burbujas. Instalar esta pieza también supuso generar una intervención arquitectónica en la casa de dos plantas, y la segunda planta se convirtió en un balcón sobre la planta principal. Con esta intervención se dota de total protagonismo a la “máquina” que es, por otra parte, visible desde todos los puntos del establecimiento.
Esta escultura con el tiempo se convierte en una máquina compleja que se hace sentir viva, puesto que circula líquido en sus tuberías y sus luces palpitan y cambian durante todo el día para crear diferentes atmósferas adaptándose incluso a la música que suena en el espacio, sintonizando con el ritmo de aquello que suena en la cervecería especialmente a últimas horas de la noche.
La Beer Dream Machine es el punto focal y la protagonista a nivel lumínico del espacio, y proporciona una luz ambiente cálida y suavemente difusa que va cambiando de intensidad y de dinamismo a lo largo del día, según las diferentes condiciones y de luminosidad del día y del uso del local.
La iluminación arquitectónica
Para la iluminación arquitectónica más específica de mesas y barras se han prescrito luminarias técnicas de prestaciones muy concretas, que aportan los niveles lumínicos necesarios en zonas bien delimitadas de los planos horizontales. De esta manera se juega con el contraste, estableciendo claras jerarquías visuales y realzando los diferentes materiales y texturas del espacio. Otro aspecto fundamental, ha sido el control del confort visual, a través del estudio de los ángulos de enfoque y el uso de accesorios antideslumbrantes. En algunos casos se han empleado hasta proyectores de recorte, para afinar la incidencia de la luz y permitir el máximo control. Para la iluminación de las mesas se han empleado proyectores negros sobre raíles, que quedan totalmente desapercibidos sobre el fondo el techo oscuro, y luminarias de suspensión cilíndricas en acabado cobre. Encima de las barras se han prescrito downlights empotrados de baja luminancia.
El sistema de control de iluminación
La iluminación arquitectónica dialoga con la iluminación espectacular de la Beer Dream Machine gracias a un sistema de control DALI. En las mañanas, cuando la luz brillante se refleja en el mar del Bósforo e inunda el espacio, el sistema de control adapta la intensidad de todas las luminarias para subir al nivel necesario en el local. A partir de la tarde, los contrastes se acentúan y el dinamismo de la Beer Dream Machine se hace más visible. A última hora de la noche, la iluminación arquitectónica se reduce a la mínima expresión y la Beer Dream Machine se convierte en protagonista absoluta. Los cristales tintados, al apagarse las luces traseras, pierden su transparencia y se transforman en verdaderos espejos que reflejan y multiplican miles de burbujas y destellos luminosos.
Rótulos de Neón
La incorporación de mensajes en letreros luminosos pretenden recordar la atmósfera desobediente creada por las multitudes frente a cuestiones políticas durante los tiempos de la Prohibición. Las protestas se reflejan en una estética tangible pero divertida, utilizando lemas poderosos relacionados con el comer y beber. Los mensajes audaces evocan la indignación, la fuerza y la determinación de las personas para satisfacer sus necesidades. Sin embargo, los textos no deben interpretarse literalmente, si no que pretenden que se traten con ironía y humor, tales mensajes como “Lucha por tus patatas fritas” o la “Hamburguesa es la respuesta”. Este recurso presente en el primer The Populist es el único ingrediente que el estudio decide repetir para dar consistencia a la marca. Para el neón se eligió luz blanca para hacer que el texto sea visible pero sin apropiarse demasiado de la atención para mantener el énfasis en el espacio general. Los lemas casi actúan como cuadros que agregan dinamismo al diseño y propician que el usuario se sienta cómodo moviéndose por este ambiente informal.
Arquitectura interior: lagranja
Diseño de iluminación: reMM Lighting Design
Equipo: Michela Mezzavilla, Milena Rosés Lloret.
Iluminación: Reggiani
Fotografía: Ali Bekman