El concepto de trabajo de Moment Factory encaja y se integra en este proyecto a la perfección e imprime uno de los sellos que dan nombre y define a este equipo de creativos: la innovación tecnológica. Esta instalación permanente viene a formar parte de una exclusiva tienda en la Quinta Avenida, diseñada para integrarse con la arquitectura de la fachada. La tienda es larga y estrecha con múltiples oportunidades para explorar el movimiento y crear un fuerte impacto visual coherente. Veintisiete pantallas LDC dispuestas en filas de tres se incorporan suspendidas a lo largo del techo.
Los cambiantes ángulos y superficies generan trucos anamórficos jugando con la percepción en el espacio y la descomposición de la superficie de los vídeos. Una de las claves fue considerar las operaciones al detalle que genera el local a la hora de procesar el diseño. Todas las paredes son valiosas para maximizar el espacio disponible para la venta y comercialización.
La experiencia de Moment Factory en este tipo de instalaciones fue clave a la hora de desarrollar un paisaje visual en constante evolución. El contenido se divide en cuatro cápsulas, alternando los diferentes ritmos y patrones según los horarios y la actividad de la ajetreada 5th Avenue. En un contexto de saturación de los medios de comunicación que envuelven Manhattan, las cápsulas están diseñadas para llamar la atención de los clientes desde la calle, revelándose en compleja capas para experimentar la instalación desde una perspectiva más cercana. Combina secuencias de Oakley y atletas de alto rendimiento con un potente lenguaje visual desarrollado íntegramente por Moment Factory.
Esta estructura muestra el compromiso de Moment Factory de crear una plataforma digital inmersiva para involucrar y atraer a los clientes. Con un equipos de 16 personas de diferentes nacionalidades demuestra una vez más su liderazgo creativo y la experiencia acumulada en la creación de vanguardia en instalaciones multimedia.
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