En un homenaje a Berlín, en la primavera de 2014 el fabricante de gafas MYKITA inauguró su segunda tienda en la capital alemana, donde también tienen su sede las instalaciones de producción y administración de la marca.
El nuevo establecimiento se ubica en el Bikini Berlin, un centro comercial conceptual con boutiques, cafeterías y restaurantes. El edificio se construyó entre 1955 y 1957 según los planos de los arquitectos Paul Schwebes y Hans Schoszberger, y en los últimos años ha sido rehabilitado y cuidadosamente reformado. El estudio de arquitectura belga SAQ elaboró los planos y los arquitectos encargados de la ejecución fueron Hild und K de Múnich.
MYKITA ha desarrollado para sus tiendas un concepto arquitectónico propio que se refleja de forma inconfundible en el nuevo establecimiento: el carácter del edificio se preserva y se completa discretamente con un mobiliario principalmente blanco. El elemento central es la «MYKITA-Wall», una pared retroiluminada de 31 metros de longitud, en la cual la marca presenta sus colecciones de gafas. Los proyectores LED de ERCO sitúan acentos de luz sobre los productos expuestos, el mostrador de venta y los carros metálicos utilizados para guardarlos. La luz dispersada sobre las paredes portantes otorga al local una marcada sensación de profundidad.
Los colores de la luz fueron escogidos según la función: en la superficie de venta predomina el blanco cálido, que confiere al espacio un carácter acogedor pese a las paredes blancas. En cambio, los proyectores LED en blanco neutro iluminan un espacio separado en el que se llevan a cabo pruebas de visión y se adaptan gafas. En estas zonas es prioritario contar con unas condiciones lumínicas claras que permitan trabajar con precisión.
La instalación de las luminarias en el techo nervado protegido como patrimonio histórico constituyó un reto especialmente exigente que se superó con ayuda de raíles electrificados suspendidos de ERCO.
En los raíles se suspenden proyectores LED Optec en color blanco cálido y blanco neutro.
Fotografía: Edgar Zippel, Berlin. Cortesía de ERCO.
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