Más de dos años de estrecha colaboración entre los consultores de iluminación de LKL Design Hub Barcelona, las oficinas alemanas de Licht Kunst Licht y el equipo de arquitectos de la Sagrada Familia han culminado en un nuevo y glorioso referente que cambia el horizonte de Barcelona tanto de día como de noche: La torre de la Virgen María está ahora coronada por una gigantesca estrella de 7,5 m de diámetro realizada en vidrio de textura artística. Con una altura de 138 m es la segunda torre más alta de la Basílica. Han pasado 140 años desde los planes de Antoni Gaudí hasta su finalización a finales del año pasado.
Tras la visión de Gaudí y su simbolismo
Al principio del proyecto, la tarea y el reto más importante fue conocer la arquitectura de la basílica en su totalidad y entender y aprender a leer en detalle las intenciones arquitectónicas de Gaudí, para poder dar la solución lumínica dentro del marco global del proyecto. La iluminación está basada en las ideas de Gaudí: “…Su estrella de coronación ha de ser un elemento luminoso de noche, y de día, un elemento arquitectónico no transparente, para que no quede desmaterializado. La luminosidad de la estrella, no ha de ser excesiva, más bien tenue. Para evitar la desmaterialización arquitectónica de la estrella…”
Los diseñadores de LKL Design Hub Barcelona siguieron esta premisa y desarrollaron un concepto de iluminación respetuoso, sutil y discreto que complementa la fascinante arquitectura de Gaudí y permite admirarla desde cerca y desde lejos.
Iluminación minuciosamente orquestada
El concepto de iluminación de la torre consta de tres componentes que se integran en un esquema general bien equilibrado: la iluminación interior de la torre, la iluminación de la corona y el fuste y la iluminación de la estrella.
En el interior de la torre hay un gran hiperboloide central que filtra la luz natural que incide en las ventanas de la torre hacia el presbiterio durante el día. Durante la noche, la piel interior de la torre se ilumina desde la parte superior de este hiperboloide. Tres grupos de luminarias con diferentes ópticas se disponen en su parte superior y proporcionan una iluminación suave y uniforme de las paredes. La luz blanca cálida reflejada con una temperatura de color de 3.000 K ilumina indirectamente el espacio interior y emana a través de las ventanas de la torre como un suave resplandor.
La estrella que emana luz de su interior
En el terminal, la corona se modela a través de la iluminación del fuste, que arranca desde la corona y sostiene la estrella. Las 12 puntas de la corona se recortan contra el fondo iluminado. Es mediante 12 pequeños proyectores de haz estrecho orientados hacia la fachada que se ilumina suavemente el fuste de abajo arriba. Un gradiente finamente ajustado de luz brillante a luz tenue sitúa a la estrella en el centro de esta impresionante composición arquitectónica.
La estrella se ilumina desde su interior y es la única torre que está coronada con un cuerpo luminoso, el cual representa la estrella de la mañana como símbolo de María. En el interior de la estrella hay 12 proyectores desarrollados a medida para este proyecto, uno para cada punto de la estrella. Los proyectores están colocados en la base de cada pirámide y orientados hacia la punta. Cada uno de estos proyectores de baja potencia tiene tres tipos de ópticas que optimizan la distribución de la luz en la superficie de la pirámide. Las minuciosas pruebas realizadas por el equipo de diseño de iluminación dieron como resultado una combinación de haces muy anchos para iluminar la base de la pirámide, haces medios para iluminar el cuerpo y un haz muy estrecho para la punta.
La temperatura de color elegida para iluminar la estrella y resaltar su estructura de vidrio es de 4.000 K: el color de la luz contrasta adecuadamente con el tono más cálido de la iluminación de la fachada. La posición expuesta de este cuerpo de luz supuso un gran reto técnico, ya que estas luminarias debían funcionar bajo las altas temperaturas que se generan en el interior del cuerpo de acero y cristal en verano. Las luminarias también fueron sometidas a varias pruebas de impacto de rayos para garantizar su correcto funcionamiento incluso en las condiciones meteorológicas más desfavorables.
Regulación y programación de escenas
Todo el conjunto de luminarias de la torre se controla mediante sistema DALI que permite una máxima flexibilidad total de regulación y programación de escenas. Esto permite poder mostrar la torre y su terminal como los más elementos más destacados o poder integrar en el futuro estos elementos dentro del conjunto iluminado de la basílica.
Durante el día, la estrella se ilumina con la luz del sol, mientras que por la noche, la estrella emana luz desde su interior y se convierte en un faro icónico y un claro punto de referencia visual en el cielo de Barcelona.