El estudio Carlos Martínez Interiors diseña un bistró en Casablanca en el que el espíritu mediterráneo y el estilo neoyorquino se mezclan de manera sutil, encontrándose en un espacio industrial y elegante por igual.
El proyecto BrassaRia surge del deseo de los propietarios de un local industrial vacío en Casablanca (Marruecos) de querer importar la costumbre gastronómica catalana de las tapas y platillos, queriendo ser los pioneros de esta cocina en la zona.
El estudio Carlos Martínez Interiors se enfrentó a un local, que anteriormente fue discoteca, totalmente vacío, con la estructura y las paredes totalmente desnudas. La propia arquitectura del local les dio la idea para el diseño conceptual de su proyecto, siendo fieles a la idea de querer transportar una atmósfera mediterránea complementada con destellos propios de un bistró francés.
La composición del local en 2 espacios diferenciados por su geometría, establece un claro condicionante a la hora de distribuir y priorizar los usos propuestos. Se dividió el restaurante en dos zonas conectadas entre sí, pero muy diferenciadas debido a la atmósfera creada para el propio uso de cada una de ellas.
“Para ello, el diseño de la iluminación como elemento prioritario es decisivo para que el espacio pueda generar la atmósfera deseada y comunicar emociones o ser un espacio mal iluminado más como desgraciadamente hay tantos en el sector de la restauración“.
Javier Martínez Ochoa, dieñador de espacios en Carlos Martínez Interiors.
A la hora de diseñar la iluminación de BrassaRia, el estudio tuvo en cuenta tratar la luz con el máximo respeto, cuidado y mimo posible. La filosofía del estudio al iniciar un proyecto de iluminación, es que tan solo deben iluminarse aquellas zonas u objetos que requieren ser iluminados, bien porque tienen un valor añadido, o porque deben ser expuestos e identificados por el público. Como resultado, debemos lograr ampliar el valor arquitectónico o de diseño de lo que se está iluminando.
Todas las luminarias de BrassaRia han sido diseñadas por el equipo de Carlos Martínez Interiors y fabricadas artesanalmente por Vaporetto Iluminación.
“Cada proyecto debe tener una iluminación específica, un mundo diferente. Hay espacios que por sus características o diseño no pueden ser tan atractivos y es por ello que entendemos que un buen conocimiento del tratamiento de la luz y tratarla como elemento esencial del proyecto puede transformar la percepción total de un lugar generando nuevos ambientes antes no imaginados.”
En el diseño lumínico de un restaurante, el estudio apuesta siempre por puntos de luz concéntricos para que los platos sean bien vistos y destaquen sobre el resto de elementos de la mesa. Dicha luz no debe ser muy abierta, para que no se enmascare con el local y se convierta en una luz generalizada. La solución es idear puntos de luz específicos para cada mesa o punto a destacar. Proyectan luces lineales en estanterías y grandes estructuras, para destacar botellas, jarrones u otros elementos decoración que caractericen el espacio.
La barra es el elemento frontal de todo restaurante que debe ser iluminado. Debe tener carácter, la gente debe poder reconocer desde fuera que se trata de un restaurante, y para que tome presencia como elemento de diseño es necesario que se plantee un diseño de iluminación específico para dicha pieza de mobiliario.
Sin duda en cualquier restaurante en el que haya habido un proyecto de interiorismo, los baños se convierten en lugar estratégico que debe romper y sorprender con el estilo aplicado en el resto del espacio.
“Cuando diseñamos los baños creamos un concepto con referencias muy underground. Inspirados en el metro de barcelona, con las rejas, y el uso de fluorescentes para darle más carácter de street.”
Carlos Martínez Ochoa, arquitecto e interiorista en Carlos Martínez Interiors.
Fotografías: Eugeni Pons