James Turrell, el famoso artista californiano conocido por sus investigaciones en el campo de la percepción y el espacio, ocupa de nuevo la capilla del cementerio Dorotheenstädtischer en Berlín con una delicada instalación que ayuda a comprender el complejo fenómeno de la luz y el color.
Gracias a la donación privada de un ciudadano de Berlín ha sido posible la renovación de la capilla para contribuir así al desarrollo del cementerio de Dorotheenstädtischer.
La luz y el color han intrigado durante años a James Turrell, uno de los mejores creadores visuales de todos los tiempos, considerado también un gran místico. Los colores son para él un símbolo de las emociones y los pensamientos y la luz un reflejo de la vida interior, del mundo espiritual.
Situada en el lugar donde se encuentran enterrados algunos de los grandes personajes históricos, como el dramaturgo Bertolt Brecht y su esposa y actriz Helene Weigel, la instalación se desarrolla durante la hora azul, antes del anochecer. A partir de la luz azul, la capilla se llena lentamente con tonalidades rosas, naranjas y rojas, imitando los colores de una puesta de sol real.
Con su concepto artístico para el rediseño de la capilla, James Turrell nos traslada cerca de las nociones bíblicas de la luz y ayuda a una comprensión más profunda de la esperanza cristiana de la resurrección. Dios es visto como resplandor, como el desbordamiento de la fuente de luz. Dios es luz como el origen de todas las cosas. La luz es el material de construcción. En esta estancia, la arquitectura parece desmaterializada y el visitante llega a conocer de inmediato la presencia de la luz pura anque la fuente de la misma nunca es visible.
La exposición en la capilla está abierta en algunas fechas determinadas, exactamente media hora antes de la puesta del sol. Para poder programar la visita, desde este enlace podéis acceder a los horarios y precios.
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